EL VALLE DE ANTON
Ciudad de Panamá es la única gran ciudad del país tal y como, en el primer
mundo, se entiende una gran ciudad. Grandes avenidas, edificios más o menos
altos, muchos y variados comercios y/o centros comerciales, trafico continuo,
bancos, hospitales, hostales y hoteles, escuelas y universidad…El resto del país
es una gran selva donde se mezclan valles, ríos, montañas, islas y playas vírgenes.
Hoy vamos al Valle de Antón un pueblito que está en el cráter de un volcán extinto
por lo que el lugar cuenta con aguas termales
y tierra fértil para flores y vegetales.
Salimos temprano y Marta nos dijo que parasemos en la carretera en un
chiringo llamado “Quesos Chela” y que probáramos las empanadas y la chicha. Así
lo hicimos y compramos tres empanadas, de queso, de carne y de pollo (son pequeñas) y un vaso de chicha de
granadilla (entre todos los sabores éste me recordó a nuestra graná) que es leche
batida con fruta. ¡¡Ummmmmm, deliciosas las empanadas y deliciosa la chicha!!
Hasta el pueblo llegamos después de dos horas de camino de las que una hora
y algo más era por una carretera comarcal con curvas, subidas y bajadas
Cuenta la leyenda que Luba era la hija menor del Cacique Urraca y que ésta
se enamoró perdidamente de uno de los oficiales españoles que sometía a su pueblo
y contra los que luchaba su padre. Luba despreció a Yaravi, un bravo guerrero
de su tribu que la amaba y que lleno de ira se quitó la vida. La India para no
traicionar a su pueblo renunció al amor
del extranjero y llorando se perdió entre la maleza del bosque hasta que murió.
Las colinas la abrazaron y decidieron
perpetuar su figura esculpiéndola en una montaña que perdurará para siempre. Es
la india dormida
En el Valle hay muchas varias las rutas que hacer y nos
inclinamos por hacer la siguiente: subir al chorro del macho (cascada) después veríamos piedra pintada y subiríamos al chorro de los enamorados
(cascada con posibilidad de baño) para seguir hasta la cima y ver a lo lejos la
montaña desde donde se aprecia la figura de la india dormida. A la vuelta podríamos
ir al zoológico o al orquidiario. Todas las rutas son de pago y por cierto nada
barato: son tres con setenta y cinco $ por subir al chorro del macho, y dos más
por subir al chorro de los enamorados
Así lo hacemos y comenzamos a caminar hasta cuando ya no podemos seguir en
coche. Al aparcar una niña que no llegaba a las rodillas de Pepe, le dijo
-¿señor, señor le cuido el coche?
¿Qué riesgos pretendía evitarle al coche esta vigilante de seis o siete
años? y otro joven le dijo
-¿quiere que le cuente lo que dice piedra pintada?
Ésta es una gran mole con glifos (dibujos grabados en la roca)
Le dimos las gracias pero nos negamos ya que por internet sabíamos que aún
no se han podido descifrar los dibujos de la piedra.
Viendo piedra pintada ya nos ha observado un chavea de unos diez años que
se acercó a preguntarnos si queríamos saber la historia de la piedra pintada ¡Aquí
salen trabajadores por cualquier rincón!
En el camino al chorro del macho, buscamos con los ojos a las casi
extinguidas ranas doradas pero no, no las vimos. Lo mejor es que hace un
fresquito!... y ya en el chorro de los
enamorados, nos dimos un buen baño en la estupenda piscina natural
Después de hora y media en la
montaña y subiendo colina arriba y sin indicaciones, guiándonos por el camino que adivinábamos en
las pisadas marcadas en la tierra, nos dio el primer aviso la tormenta que se aproximaba. Nos dio miedo porque no sabíamos
si sería muy fuerte ¿podríamos bajar por
la tierra resbalosa mezclada con las grandiosas hojas, de éstos grandes árboles?
No, no nos arriesgamos y bajamos despacito mientras el cielo iba
cantando el segundo y tercer aviso.
Muy cerca, ya, de piedra pintada, un señor mayor nos adelantó (venía de arriba) y nos indicaba con su mano
derecha que le siguiéramos. En la otra mano llevaba una bolsa de plástico con
flores. ¿Cómo iba tan rápido, el gachón? Miraba para atrás para ver si le seguíamos
y seguía haciéndonos la misma señal con su mano derecha.
Al llegar a la piedra nos quiso contar la historia de la piedra pero le dijimos
que ya la sabíamos y entonces nos quiso vender las flores de su bolsa. Al
negarnos a comprar ya no le quedó otro recurso que pedir y nos dijo, el pobre:
- ¿Me dá un dolitar?
Pepe va de los nervios por la autopista interamericana. Se adelanta por la
derecha, los diablos rojos y camiones van por el tercer carril a la izquierda, un gran tráiler hace un cambio de sentido si
se tercia, algunos autos van sin luces,
no se echan los intermitentes, el firme tiene bastantes hoyos… y ploffffffffffffffffffffff
Hemos reventado una rueda. Ay señor!!
¡¡¡Pepe tiene una mala leche en el cuerpo!!!
Cambiamos la rueda que no nos llevó más de un cuarto de hora y seguimos.
Entrando por el puente de las Américas, al ipad de Marta le quedaba un 2% de
batería (es nuestro GPS), no teníamos saldo en el móvil y la reserva de la
gasolina dejo de marcarnos los km que nos quedaban y empezó a parpadear.
Pepe está bloqueado, tiene tal perturbación
que me dice que no sabe llegar y no ve soluciones.
Afortunadamente llegamos a la gasolinera y echamos gasolina, hasta arriba.
Nos perdimos por algunas calles pero llegamos al trabajo de Marta tras algunas
vueltas. Le dimos un toque a su móvil por lo que nos llamó y ah!…ya todo estaba
resuelto.
...que no voy yo sola, de excursión por un país extraño, ni muerta...que lo mismo me pierdo en la selva, me pica un bicho para el que no estoy vacunada, o me secuestran los malos...En vuestros genes hay algo de Indiana Jones ¿? Estas pesadillas pasarán factura al corazón de Pepe ¿? Besos y abrazos desde la zona civilizada del mundo... con mucho amor y muchas ganas de teneros a salvo.
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ResponderEliminarVeo que la comida panameña os está gustando mucho... Pepe tiene ya un lustre, que da gloria verlo. Os veo a la vuelta, en MercaGranada, haciendo compras gigantescas de lechuguita, para bajar colesterol y otros indeseables, que con tan buena disposición estáis ingiriendo... Disfrutad mientras podáis... que a mi se me ha abierto el hambre de ver las fotos, y me voy a ver lo que hay en mi "fresquera".
ResponderEliminarQue viaje con tantas emociones, nos os va a quedar nada que os pase, jajaja. Todo lo que estamos leyendo y viendo es maravilloso, ya nos contaras. Muchos besitos
ResponderEliminarPepe has tenido que cruzar el Atlántico para darte una "hartá" de andar. JaJaJa...
ResponderEliminarQue bien me lo he pasado en Panamá.Gracias
ResponderEliminarVaya aventura, de todo tiene que haber en este maravilloso viaje que hemos hecho con vosotros. Cuidaros
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