jueves, 6 de junio de 2013

 
 

¿PODEMOS ORDENAR YA?

Cuando salimos del aeropuerto de Tocumen, ¡¡¡ahhhhh … es como si hubiese abierto la olla!!!  Una bofetada de calor húmedo me dio  en la cara este país.  Empezó a sudarme el cuello, las axilas y dije “ ¿y la hora que me pasé alisando el pelo para entrar en éste país monísima?…a la mierda.  Con una carcajada, Marta me dijo: “¡Bienvenida a Panamá, mamiiiii! jajaja”

Salimos del aeropuerto y al acercarnos a la ciudad empieza el bullicio de coches.

Marta nos va explicando  que aquel edificio es tal, que la ampliación de la ciudad va por allá…no tengo ojos,  oídos ni memoria para registrar todo.

Son mis 11 de la noche y sus  4 de la tarde pero no me siento nada cansada ni soñolienta.

Tras dejar el equipaje en casa y ducharnos,  salimos a comprar una tarjeta para el móvil y las calles del barrio del cangrejo invitan poco al paseo: Lo que supongo que es la parte de las aceras es cemento agrietado, hundido o levantado pero además sirve de aparcamiento sin criterio alguno para los coches. Las basuras no están en cubos sino en las entradas de los edificios en un hueco destinado a ellas, no hay pasos para peatones, ni siquiera en los semáforos hay un color destinado a ellos y Marta nos dice que aquí  la seguridad del coche prevalece sobre la del peatón.

Para superar con éxito el jet lag , debemos empezar a vivir con éste horario por eso nos vamos en coche hasta el casco viejo.  Aquí no se echa el intermitente para cambiar de carril, y se adelanta por la derecha con una pitada de aviso,  los semáforos  de la zona más céntrica, están detrás de los pocos pasos de peatones que vemos ( ¿para qué?)y  en los cruces están ya pasados éstos de tal forma que si están en rojo te impide el paso al frente pero puedes girar a derecha o a izquierda. Se corre mucho y se pita mucho. Vemos algunos diablos rojos, o sea, esos autobuses amarillos que llevaron a los niños americanos al cole y que vemos en las películas. Aquí, particulares los han comprado y tuneado (chulísimos, ya haré foto)y son taxis-bus sin una ruta fija que seguir. Van sin luces y saltándose cualquier regla de circulación. Otros son discotecas nocturnas deambulantes y éstos si que llevan luces, ¡pero a lo largo de todo el bus!. Ya hay algunas líneas oficiales de autobuses urbanos que  van pitando anunciando  a su llegada  a las paradas (como si la gente no los viese si no pitan) y parece que el gobierno quiere quitarse con ello a éstos diablos de la circulación. Lo cierto es que ofrecen una imagen de color a la ciudad, inigualable.

Paseamos por el casco viejo  y veo que la gente y la chiquillería  está en la calle. En cada esquina hay  un policía y además de ésta, también,  policía de turismo al servicio de nosotros, los turistas. Marta nos dice que hay bastante miseria y de ahí la presencia de la autoridad,  pero es un barrio con encanto.

En una placita  súper acogedora  y en la taberna “Casablanca” pedimos 2 cervezas balboa (la del país) y un té frio.  Marta preguntó: ¿podemos ordenar ya? Y ordenó: ceviche (de pescado) en salsa de ají amarillo, ensalada con pollo con aliño de miel-mostaza y hongos apanados con queso crema. Todo 44´11$.

 

 

 

 

3 comentarios:

  1. Hola guapetes...que buena idea lo de el blog...asi nosotras podremos viajar con vosotros....blogueando entre mares y continentes....esperando la proxima entrada....
    Besitos.
    Pamela

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  2. Una idea magnífica. Estamos como los yanquis cuando enviaron a un hombre a la luna...expectantes... cuéntanos todo lo que veas, saborees, pises, huelas (no se admiten comentarios escatológicos), como si fueras una reportera... "granaina en Panamá" desde éste lado del océano seguiremos tus crónicas.
    Besitos. Rosa.

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  3. Bienvenidos! Espero conocerlos pronto. Beso enorme.

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