domingo, 9 de junio de 2013



 

 
¿VOY A…POR CUANTO ME LLEVA?

La ciudad está plagada de taxis. Aquí se negocia el precio de la carrera con el conductor antes de subir al vehiculo

Salimos de casa y nos dirigimos al centro comecial Albrook mall. Para ello queremos ir en  taxi. (desde luego yo no pensaba volver a España sin haberme montado en uno). Marta nos dijo que más de 3$ no acordáramos pero a Pepe la ha parecido bien el precio que el muchacho nos dijo por la ventanilla

-Five!

Nos montamos en los asientos traseros los dos y empieza la carrera. El interior es viejo y poco cuidado y suena música latina a lo reggaetón. Nuestro conductor maneja el volante y el móvil con soltura a la vez que es capaz de seguir el ritmo de la circulación, adelantar y cambiar de carril.  Al salir de Via Argentina y tomar Via España la circulación se va  saturando y se hace más lento avanzar. Digamos que podemos ir como a veinte por hora. ¡Estamos en un tranque!

Nuestro conductor saca el periódico, lo abre por la página de deportes y lo coloca delante del volante, es decir, el volante ahora es el atril del periódico.¡¡¡ Él maneja con los pies!!! Y por supuesto también sigue utilizando el móvil que no paraba de emitir pitidos de mensajes. Y no teniendo bastante, aún le da tiempo de mirar a las chicas jóvenes y ofrecerles un piropo en forma de pitada corta.

Pepe y yo nos miramos abriendo mucho los ojos, asombradísimos. Aún así no me sentí para nada insegura en éste taxi. Cuando bajamos Pepe si me dijo que venía acojonado pensando la hostia que nos íbamos a dar.

Así ha sido nuestra carrera hasta el centro comercial.

Esta tarde hemos ido al casco viejo para verlo con detenimiento. En taxi.

Salimos de la casa sobre las 4, hacia sol pero se oían los truenos anunciando la lluvia que caería después.

En vía España vamos pendientes de los taxis que pasan. Hago una señal con la mano a uno pero me dice que hay una persona más adelante esperándole. Caminamos despacito y con siguiente que para tengo la siguiente conversación:

-¿Por cuánto nos lleva al casco viejo?

-Miamol,  los dos por 10$!

- Ah no, otras veces  que hemos ido, nos han llevado por 6$

-Mihija, mira el tranque que hay… allá no voy por menos!

-Entonces nada, adiós!

El siguiente taxi nos lleva por 5$ y lo cogemos. Siguen los truenos pero el cielo está azul con nubes blancas (no lo entiendo pero así es). Pregunto al conductor que si él cree que lloverá y me contesta que  no solo lloverá sino que lo hará bien duro. Efectivamente al poco empiezan a caer algunas gotas, el cielo ya está gris y llueve.

En una de las calles por las que pasamos, nuestro conductor divisa a una señora que está en la acera  esperando con su paragüas abierto. Se acerca, para, baja la ventanilla y le dice que va al casco viejo pero que luego puede llevarla donde diga. Tratan el asunto y la señora se monta en el asiento delantero dando las buenas tardes. Ésta saco su móvil ( el celular, aquí )y comenzó a hablar con un tal Rogelio.

Entrando en la Av. Balboa (cuatro vías para cada sentido pero cada dos hay medianas con césped y palmeras). Hay bastante tráfico y los cambios de carril, pitadas y suaves frenazos son continuos. Delante de nosotros va un 4x4 que decide cambiar a los carriles de nuestra izquierda saltando por la mediana porque parecía que avanzaban más rápidamente. Nuestro conductor pensó que podía hacer lo mismo pero una rueda trasera patinaba por lo que tuvo que retroceder de la mediana al carril por el que íbamos. La señora seguía hablando por el móvil. Todo ésto con extrema normalidad.

Nosotros volvimos a mirarnos con los ojos muy abiertos, asombradísimos. Aún así no me sentí insegura en éste segundo taxi.

En la Plaza de la Independencia en el casco viejo, di los 5$ al conductor mientras  la señora seguía hablando por el móvil.

 

Continuara…













 

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