Nuestra última visita antes de
regresar de regresar a España es a ésta zona de la ciudad, humilde, muy cercana al precioso Casco antiguo y que no
estoy segura si pertenecen ambos al
Barrio de San Felipe o no.
Tenía muchas ganas de hacer ésta visita y es porque creo que hay que visitar uno de los barrios con esencia de Panamá. El barrio chino
Tenía muchas ganas de hacer ésta visita y es porque creo que hay que visitar uno de los barrios con esencia de Panamá. El barrio chino
Fue durante la construcción del
ferrocarril a mediados del siglo XIX
cuando llegaron numerosos chinos que se instalaron aquí e iniciaron el comercio
en la zona.
El metro nos dejo muy cerca de la
Avenida Central donde se ubica el mercado público. La recorrimos tranquila y
sudorosamente mientras miramos los numerosos puestos de fruta, empanadillas, jugos y raspaos, agua
de coco...que se suceden unos tras otros. Me hubiera bebido un litro de agua de
coco ( que me encanta ) pero no me atreví a comprar porque no era que la vendían en su pipa, cortada y con su carrizo (como allí le llaman a lo que nosotros
nombramos como pajita), sino que un señor que con un carrito y un bidón de por
lo menos veinticinco litros, repartía el liquido con un cucharon en vasos de plástico. No
me fié pensando en el tiempo en que llevaría ese agua de coco allí.
En los bajos de los edificios también
hay comercios de ropa barata, otros no tan barata, supermercados y tiendas de
barrio.
En éstos puestos la verdura y la
fruta está considerablemente más barata que en la ciudad y la variedad también
es mayor.
Como cada ciudad, Panamá también
tiene un lugar emblematico lleno de leyendas. Busqué la calle "Salsipuedes",
calle unica, estrecha y llena de minúsculos puestos donde se vende de todo. Puestos de hierbas, ungüentos
sanadores, sombreros panameños, encages y productos de mercería, ropa típica
que usan los indígenas, trajes de
pollera, imágenes de santos y santas,
calzado, baratijas, cacharros de cocina...
Del nombre, no hay unanimidad respecto a por que se llama así.
Unos hablan de la peligrosidad de la calle y que atravesarla podía significar perder la
vida a partir del atardecer en tiempos pasados. Otros hablan de la dificultad
de pasar con los minúsculos comercios
que se han apilado desde sus orígenes.
Un señor mayor, en la misma calle, me contó que ninguna de esas versiones es acertada. Me dijo
que el verdadero origen del nombre, está
en que hace siglos el mar llegaba hasta allí y en esa zona había manglares. Las
ramas de los manglares y raíces hacen que el fondo sea fangoso, de tal manera
que cuando el mar se retiraba por la marea era imposible salir por allí al mar.
Sea como sea el origen del nombre, la calle es
pintoresca a más no poder.
De vuelta al metro, en uno de los
puestos decidimos comprar ají chombo
- buenas, ¿cómo vende el ají
chombo: por unidades, por galones?
-"cuatro, una cua"-
entendí yo
- perdona, no te he entendido
-"cuatro, una cua"-
volvía a oír yo
- perdón otra vez... es que no te
comprendo. Me lo repites?
- "cuatro, una cua"
Una señora de color a su lado
dijo
- cuatro por veinticinco centavos.
-¡¡¡¡ Ahhhhhhh, valeeeee, así si
lo entiendo!!!!
- Pongame...dieciseis. Un dolar, ¿verdad?
Cuando se lo conté a Marta me
dijo
- Mamá te habrá dicho "una
cuara" que viene de cuando los americanos estaban aquí y decían "A quarter of dolar" o "A
quarter". De ahí ha derivado a una cuara
-¿una cuara? ¿una cuara? ....
-¿una cuara? ¿una cuara? ....
No hay comentarios:
Publicar un comentario