LAS RAMBLAS

Después de comer y ya descansados,  tomamos la ruta de las Ramblas desde Plaza Cataluña.

El día es muy luminoso y hace muy buena temperatura.

Me sorprendía la cantidad de gente que había en la calle. La plaza estaba a rebosar  y a medida que nos adentrábamos en éste paseo veíamos que también había  mucha gente  pero no  parecía una ciudad bulliciosa.

Caminamos tranquilamente disfrutando del paseo, de los kioscos de souvenirs,  deteniéndonos ante algunos pintores que estaban haciendo retratos, oliendo  los puestos de flores... hasta llegar al mercado de la Boqueria  en el que entramos

¡Impresionante mercado! Numerosos puestos de fruta (algunas de ellas no han llegado Andalucía), especias, pescado fresco, marisco, carne, casqueria. También hay algunos bares para tomar carne o pescado a la brasa con unas cervezas o bien,  puestos pequeñitos de empanadillas saladas o dulces o bocadillos.

A Pepe ya le estaba  dando hambre otra vez...

Pensamos que podíamos  comprar algo de fruta pero al final de tanto mirar puestos y puestos nos salimos del mercado sin comprar nada.

Necesitábamos un servicio urgentemente así que nos dirigimos hacia la Plaza Real buscando una cafetería

¡Que bonita es esta plaza! Tiene una fuente central ( fuente de las tres gracias),  y en su borde no cabe  ni una persona mas sentada. Tiene palmeras y   las farolas terminan con una especie  "bola" alada,  diseñadas por Gaudi.

En todo el perímetro de la plaza hay soportales en los que se acumulan las terrazas de restaurantes y cafeterías.

Buscamos sitio libre en  una de las cafeterías y nos sentamos. Justo enfrente de nosotros había una vitrina con pasteles. ¡¡Uhhhmmmmm que pinta tienen!! los ojeé y me senté. Pediría uno de ellos

Pepe dijo:

- Voy al servicio, pídeme un café solo.

Por el camino veo que mira la vitrina y que habla con el camarero y cuando éste llegó a mi, me dijo que mi acompañante  ya había a pedido y que es lo que deseaba

-Una infusión... bueno una manzanilla y un pastelito de esos cuadrados de ahí abajo. ( le señale con la mano hacia la vitrina).

¡¡¡Necesitaba ir al servicio yaaaaaa!!!

Aún no nos habían traído el pedido y Pepe ya volvía. Que bien por que ya no aguantaba más.

 

Cuando volví ya estaban nuestras meriendas en la mesa y Pepe devorando una torta de unos diez o doce centímetros de diámetro y unos  seis o siete de alta, rellena de nata. Al lado su tacita con café solo.

 

-¡Pepe hijo! ¿tienes hambre?

- Siiii ...pero ¿no te has pedido tu un pastelillo? pues yo tambien

-Cualquier día de estos pegas un explotio

- Bueno pero ahora, déjame.

 

Lo dicho, cualquier día de estos...

 

Seguimos caminando hacia el puerto y no veíamos el Palacio Güel. En cambio el monumento a Colon lo teníamos casi al lado ya.  Me imaginaba un edificio de colores, imposible  no verlo pero  hasta ahora no habíamos pasado ningún edificio singular.

 

- Pepe dame tu móvil que voy a buscar el Palacio Güel

- ¡Ay Pepe que está en una transversal frente a la Plaza Real ! nos lo hemos pasado

- Chica, ¡tengo los pies que me van a explotar y una gana de quitarme las botas! Yo, no vuelvo para atrás.

- Pero daremos un paseo por el puerto ¿verdad? descansamos un poco aquí bajo Colon, damos un paseíto por el puerto y nos vamos al hotel ¿vale?

 

Bueno, pues eso hicimos pero además subimos al mirador de la estatua de Colon en la que se ve toda la ciudad y el mar

 

¡Que grande es esta ciudad! Desde aquí arriba vimos el Tibidabo y Montjuic a lo lejos, la Sagrada Familia y  la torre Agbar  y pensé que de cerca serían  enormes porque los edificios de alrededor parecían casitas de una o dos plantas.

Vimos el magnifico hotel  W y el enorme puerto modernísimo. El edificio de la aduana que mas ostentoso no puede ser con esas grandes columnas, esas esfinges...¡es un palacio! al igual que el edificio, antigua sede de la autoridad portuaria...¡otro palacio!

 

¡Ufff que vistas mas bonitas!

 

 

Solo dimos un paseo por la moderna rambla del mar,  porque Pepe me decía que no podía más con las botas y nos fuimos para el hotel porque no quedaba muy lejos.

 

Ya en la habitación  y después de una ducha,  Pepe empezó a roncar en 0´2

 

 

 

Continuará....