MONTJUÏC
Pepe se levantó quejándose de las ampollas en los pies.
Después de desayunar (Pepe su primero y su segundo, como el día anterior) miramos en el plano y en el Maps, como subir a Montjuic. Si cogíamos el autobús D20, desde una parada muy cerca del hotel, nos dejaría en la Plaza de España y desde allí subiríamos andando. En el plano, no era casi nada... caminando. También podíamos ir paseando hasta el puerto y desde allí coger un teleférico. Ésta opción hubiera sido muy bonita pero Pepe no quería empezar la mañana caminado hasta el puerto.
Hoy ya teníamos que dejar el hotel pero pedimos en recepción que nos dejaran allí las maletas y antes de ir al aeropuerto las recogeríamos. Nuestro avión salía a las siete de la tarde.
Cogimos el D20 y éste nos paseó por la Avda. del Paralelo hasta la Plaza de España. Esta avd. fue hasta los años 70 la zona de ocio de la ciudad con bastantes cafés, salas de fiesta y teatros. Algunos de ellos siguen en funcionamiento hoy, como el Teatro Apolo.
Cuando el autobús nos dejó en la parada de Plaza España y Pepe vio la caminata que, cuesta arriba por la Avd. de María Cristina le esperaba, se le cayó el alma al suelo.
Teníamos a un lado la plaza de toros y pensamos ¡anda, la Monumental! pero busque en el móvil y la imagen que me salía no era la que veíamos. Resulta que era la plaza de toros de las Arenas convertida hoy centro comercial. En su exterior tiene un ascensor que sube hasta arriba porque todo el contorno es un mirador.
Desde la plaza, veíamos el Palacio Nacional que hoy es el Museo Nacional de arte de Cataluña y la torre de telecomunicaciones de Calatrava. Junto a nosotros subían varios grupos de turistas, familias supongo que para pasar el día, y lo que más, gente con camiseta negra y pañuelo verde lima, al cuello, porque había una carrera de 10 kilómetros en la que participarían
La montaña desde arriba se convierte en un buen mirador de toda la ciudad y ya arriba vimos en el plano expuesto en un gran panel, todo lo que podíamos ver:
por un lado bastantes instalaciones deportivas que se construyeron para las olimpiadas de Barcelona. Por otro, lugares de interés turístico como el pueblo español, el castillo de Montjuic, la torre de Calatrava o el parque de atracciones. También lugares de interés cultural como el teatro Lliure, el mercado de las flores o el jardín botánico.
Además hay bastantes rutas de senderismo, para ciclismo, para correr...y bastantes instalaciones deportivas, muchas de ellas hechas para las olimpiadas del 92.
Por lo que veíamos son muchas las familias barcelonesas las que suben durante el fin de semana, sobre todo con los niños.
Pepe no tenía ya ningún interés en ver nada más. Le dolían los pies y pasaba de caminar pero ya que estábamos allí vimos el Pueblo Español. Es un recinto que reproduce plazas, calles y las casas típicas de cada comunidad de España y a la vez se vende artesanía y productos típicos de cada una de las mismas. Está perfectamente construida integrada y armonizada una calle andaluza con una iglesia de estilo mudéjar con una plaza gallega, o con la muralla de Ávila.
Como era ya más de medio día y estaba claro que no íbamos a ver nada más en Monjuic, le dije a Pepe que podíamos bajar despacito, volver en el D20, cruzar el parque de la ciudadela y buscar una terracita en el Paseo del Born y tomar unas cervezas con unos pinchos o comer. Así no nos alejábamos mucho del hotel para recoger las maletas.
Esta idea le sedujo y bajó más animado de lo que subió.
Sin duda toda la población estaba en la calle. La mañana era muy agradable , soleada y cálida. Una multitud subía a Montjuic cuando nosotros bajábamos. Cuando salimos del autobús otra marea de gente se dirigía en dirección al puerto. Y el Parque de la Ciudadela era otro hervidero.
-Chica, en Barcelona hay seis millones de personas
-Pues fijo que nos hemos cruzado ya con tres millones, por lo menos.
El parque es enorme, y se construyó a imagen y semejanza del Jardín de Luxemburgo en Paris. También acoge al Zoo. Había mucha gente, unos paseando, otros con bicis, tumbados en las zonas verdes, haciendo juegos populares, danza ...
En el mercado del Born vimos que también hay algunos bares, pero todos llenos. Si en el Paseo del Born, la noche anterior había gente, el domingo por la mañana era aún peor. Callejeando un poco pudimos sentarnos en uno de los restaurantes, y ya, almorzar porque ya se había pasado la hora de la cerveza.
Hasta que Pepe no tubo la barriga no me atreví a decirle...
-Pepe podemos coger el metro e ir a ver la Torre Agbar
-Geral, yo estoy de Barcelona ya, hasta los "guevos". De aquí, vamos y recogemos nuestras maletas y nos vamos al aeropuerto, y allí tomamos café...si quieres. Vaya a ser que se nos escape el avión.
-Pero Pepe ¡si son las cuatro, ahora! Nos da tiempo a hacer una ruta más.
-No, no, no que está, el aeropuerto muy lejos.
No le insistí por sus pies. Pero a las cinco y media de la tarde, estábamos en el aeropuerto para coger un vuelo en el que no teníamos que facturar y salía a las siete.
Barcelona que bonita y cuanto nos queda por ver. ¡¡¡ Ojalá volvamos!!!
No continuará