Paseamos por la ribera del río mientras observamos que hay bastantes sitios donde comer o tapear y vemos el puente Vasco de Gama, del que los lisboetas se enorgullecen en decir que es el más largo de europa. Éste llega hasta Montijo al otro lado del rio.
Familias en bici o caminando, gente que corre, turistas gente que viene a pasar una tranquila mañana de domingo es lo que vemos.
No podíamos irnos sin ver el Oceanario o sin subir al teleférico y tampoco sin que Pepe se comiera su último bacalao.
Buscamos un hueco en alguno de los muchos bares y restaurantes del recinto que a esa hora (sobre la una y media ya estaban llenos). Ensalada para tres, bacalao al ajo arriero, una sopa para mí y Marta no pidió nada.
En Lisboa es costumbre poner pan y paté o mantequilla para untar, unas olivas ...mientras llega lo que se ha pedido pero no es cortesia de la casa: si se toca se paga y si no se toca lo retiran sin problema. Nos pusieron ésto y punto.
Hasta hoy nos han servido estupendamente pero precisamente hoy que teníamos prisa, el camarero es de esos que se pasea con las manos vacias de un lado a otro. Aunque le insistimos diciendole que a las tres teníamos que estar en el aeropuerto, el tipo no sabemos que balbuceaba y nos hacía gestos de con las manos como queriendo decir: calma. El caso es que a las dos y veinte le dijimos que nos preparara la comida para llevar porque nos ibamos. En diez minutos teniamos en la mesa la cuenta y una bolsa con el menú que cojimos a toda prisa.
Corriendo hasta la estacion de metro, y luego ya en el aeropuerto, corriendo comprobar las tarjetas de embarque, pasar y decharar en la zona de embarque ( se tambien se lleva un tiempo) y la comida calentica en la bolsa de aqui para allá. Cuando llegamos a nuestra puerta de embarque y comprobamos que nos quedaba media hora para comer nos fuimos a uno de los kioskos de comida envasada a pedir unas bebidas para tomar nuestro menú. Solo estaba el bacalao al ajo arriero y otro embase con rodajas de tomate y cebolla. Nada de ensalada y nada de los patés y mantequilla que nos cobró.
No recuerdo el nombre del sitio para no recomendarlo.
Bonita Lisboa, bonito fin de semana...
Que vengan muchos como éstos junto a mi amada Marta. Gracias por tu pressencia y tu compañia y por tu regalo. Te adoro.
Fin
![]() |
Dragón marino |
No hay comentarios:
Publicar un comentario