miércoles, 5 de octubre de 2016

PASEANDO EL MENU HASTA EL AEROPUERTO

Marta decidió que la última mañana que pasamos en Lisboa, fuese en la zona que se construyó para la Exposición Universal del 1998, cuyo tema fue "Los Océanos: un patrimonio para el futuro", en la zona mas oriental  de la ciudad junto al Tajo. Hoy es el parque de las Naciones destacando su Oceanario. Al salir de la Estación de Oriente en metro y el paisaje cambia completamente. Una mirada a la fachada de la estacion de metro  (obra de de S. Calatrava)  nos sitúa en la  ciudad moderna, con grandes avenidas, edificios altos y acristalados, abundante tráfico y gente enchaquetada a prisa por las grandes aceras...
Paseamos por la ribera del río mientras observamos que hay bastantes sitios donde comer o tapear y vemos el puente Vasco de Gama, del que los lisboetas se enorgullecen en decir que es el más largo de europa. Éste llega hasta Montijo al otro lado del rio.
Familias en bici o caminando, gente que corre, turistas gente que viene a pasar una tranquila mañana de domingo es lo que vemos.
No podíamos irnos sin ver el Oceanario o sin subir al teleférico y tampoco sin que Pepe se comiera su último bacalao.
Buscamos un hueco en alguno de los muchos bares y restaurantes del recinto que a esa hora (sobre la una y media ya estaban llenos). Ensalada para tres, bacalao al ajo arriero, una sopa para mí y Marta no pidió nada.
En Lisboa es costumbre poner pan y paté o mantequilla para untar, unas olivas ...mientras llega lo que se ha pedido pero no es cortesia de la casa: si se toca se paga y si no se toca lo retiran sin problema. Nos pusieron ésto y punto.
Hasta hoy nos han servido estupendamente pero precisamente hoy que teníamos prisa, el camarero es de esos que se pasea con las manos vacias de un lado a otro.  Aunque le insistimos diciendole que a las tres teníamos que estar en el aeropuerto, el tipo no sabemos que balbuceaba y nos hacía gestos de con las manos como queriendo decir: calma. El caso es que a las dos y veinte le dijimos que nos preparara la comida para llevar porque nos ibamos. En diez minutos teniamos en la mesa la cuenta y una bolsa con el menú que cojimos  a toda prisa.
Corriendo hasta la estacion de metro,  y luego ya en el aeropuerto, corriendo comprobar las tarjetas de embarque, pasar y decharar  en la zona de embarque ( se tambien se lleva un tiempo) y la comida calentica en la bolsa de aqui para allá. Cuando llegamos a nuestra puerta de embarque y comprobamos  que nos quedaba media hora para comer nos fuimos a  uno de los kioskos de comida envasada a pedir unas bebidas para tomar nuestro menú. Solo estaba el bacalao al ajo arriero y otro embase con rodajas de tomate y cebolla. Nada de ensalada y nada de los patés y mantequilla que nos cobró.
No recuerdo el nombre del sitio para no recomendarlo.

Bonita Lisboa, bonito fin de semana...
Que vengan muchos como éstos junto a mi amada Marta. Gracias por tu pressencia y tu compañia y por tu regalo. Te adoro.

                                                                                                                                         Fin




Dragón marino



martes, 4 de octubre de 2016

BARRIO ALTO

La zona nocturna de moda  en  Lisboa es Barrio Alto. Es un barrio bohemio, es vanguardista, es pintoresco...
Las calles están llenas de bares, restaurantes y locales de copas. Como está permitido beber en la calle los grupitos de gente deambulan con sus bebidas. Fué dificil encontrar un sitio donde tomar algo, como si toda Lisboa estuviera por aquí. Caminando llegamos hasta el mirador de S. Pedro de Alcantara que es el punto más alto del barrio. Aqui hay puestecillos de artesanos, hay musicos callejeros y un quiosco donde tomar algo.
Es un espacio amplio  con jardines y algunos bancos. Un largo balcon es el mirador. Los turistas paseamos y sacamos fotos de las estupendas vistas  a lo más significativo de Lisboa: Castillo de San Jorge, Catedral de Sé,  el barrio de Alfama,
Se podria comparar con nuestro granaíno Mirador de San Nicolas. Tiene esa misma magía
Volvemos a bajar para, ya si, tomar unas cervezas y por supuesto teminar la noche en el lugar de copas de la  nuestra azotea.




lunes, 3 de octubre de 2016

TODO EL DIA ANDANDO 2

Y caminando fuimos a la estacion en Cais do Sodré para coger el tren de cercanias que nos llevó a Belem, a seis km de Lisboa. Una vez allí lo primero fué ir a la fabrica con cafeteria para degustar los famosos y archiconocidos pasteis. A pesar de las siete y ocho salas abarrotadas, en pocos minutos encontramos mesa y el servicio fué muy rapido.
Tres café con leche y tres pasteis recien salidos del horno nos devolvieron a la vida. Yo me hubiera tomado tres más..

 

Al salir de la cafeteria ya se divisa el Monasterio de los Jeronimos, patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En el interior de la iglesia se encuentra la tumba de Vasco de Gama.
Visitamos solo la iglesia  porque la visita al monasterio y su claustro es hasta las cinco. No nos importó porque ya estabamos muy cansados.



 




Cruzamos hasta el Monumento a los Descubrimientos. De 52 metros fué construido en 1960 para conmemorar el quinientos aniversario del infante Henrique el navegante, descubridor de Maderia, Islas Azores y Cabo Verde. Por fuera estaba cubierto de andamios hasta arriba porque lo están restaurando y por dentro, ni nos aceramos a mirar el horario de visitas. Nos sentamos a sus pies a mirar el agua del rio pasar...




Ahora me arrepiento porque nos perdimos, desde su mirador, en lo alto, una panoramica de Belem, el rio,  el Atlantico, el puente 25 de Abril ...

Seguimos...

Ahora tocaba ir hasta la Torre de Belem, muy cerca  en realidad pero que lejos nos pareció. En la desembocadura, aunque en un principio sirvió como defensa terminó siendo el centro aduanero. Tiene varios pisos  a los que se accede por una escalera de caracol y una terraza pero cierra despues de las cinco. No nos importó tampoco.





















Serian como las seis y media  de la tarde cuando ya estabamos en el tren que nos devolvió a la ciudad.
Como no teniamos bastante nos duchamos y salimos a recorrer el barrio Alto, lugar de  moda de bares y copas. 

                                                                                                                                       Continuará...

domingo, 2 de octubre de 2016

TODO EL DIA ANDANDO

En el mercado de productos tipicos, la noche anterior, compramos un pan de maiz, tomates para rallar en el desayuno y limones para el agua con limon en ayunas. El pan de aquí es buenisimo y éste de maiz, yo no lo he visto en nuestro pais pero parece que  es tan habitual como el de trigo.
El desayuno lo hacemos en el apartamento mientras ultimamos la salida del dia. ¡¡Como me gusta desyunar!! El pan  est tan bueno como el de trigo. Como de esos  de pueblo con mucha miga, de color amarillo y que al  día siguiente está como el primer dia, osea nada chicletoso. Como es de maiz, sin gluten, es más digestivo 

La primera visita es por la azotea. Lo tipico aquí es subir por el elevador de Santa Justa pero nosotros mas chulos que todo, salimos por la azotea. La iglesia do Carmo destacó como uno de los templos góticos más hermosos de Lisboa hasta el terremoto de 1755 que le provocó grandes daños e incluso todo su patrimonio religioso-artistico se destruyó. Aunque empezó su reconstrucción ya en un estilo neogótico, despues de 78 años trabajando en ello se suspendieron hacia 1834 quedando algunas capillas y la cubieta inacabados.
Pero es de una belleza tanto el interior como el exterior precisamente por no estar acabada.








Salimos del templo por la Plaça Largo do Carmo hacia Barrio Alto, pero solo para volver a bajar porque nos dirijimos al Castillo de San Jorge situado en otra de las siete colinas en las que está asentada Lisboa. Cruzamos por la Plaza del Rossio, lugar emblematico y de quedada en Lisboa. En ella se celebraban Autos de fe en tiempos de la inquisicion y juicios, y hoy festibales, espectaculos, desfiles militares...

Varios tramos de escaleras y cuestas empinadas, violentas que diría Regina...muy violentas, nos esperan hasta llegar al castillo
Éste era, en su origen, la fortaleza y palacios de los reyes musulmanes durante el  periodo islamico en la peninsula iberíca hasta la reconquista cristiana allá por 1147. Ésta victoria se dedicó al martir San Jorge a quien muchos cruzados le profesaban devocion. Como palacio real cristiano fue el lugar de recepcion de Vasco de Gama  tras descubrir el camino maritimo a la India.
Está en lo más alto  de la colina de San  Jorge y sus vistas a toda la ciudad y a la desembocadura del Tajo son espectaculares. Corría un viento fresco alli arriba que calmó todo el calor con el que llegamos.
Este castillo  tambien quedó muy destruido por el terremoto de 1755, de hecho los palacios ya no estan. Se conserva la muralla, la alcazaba y los jardines.
Se nos fueron más de dos horas muralla pa´rriba, muralla pa´bajo y de torre en torre ... en  sus 6000 metros cuadrados




el emblematico puente 25 de abril


Despues de ésta caminata nos bajamos por el barrio de Alfama (el barrio de J. Saramago). Debe su nombre a la palabra al-hamma (fuente termal) aunque desconozco si se conseban los baños. Es un tipico barrio árabe, vamos un laberinto de calles y rincones, patios, calles sin salida. Lugar donde convivieron cristianos, musulmanes y judios.
La musica del Fado sale por cada rincon, casa, bar...  En O Barrançao de Alfama nos paramos a comer. Bacalao por supuesto. Pepe dijo que todos los dias comería bacalao y lo ha cumplido.
Nos lo pusieron  asado a la brasa con guarnición de migas que llevaban espinacas y judias pintas y patatitas cocidas y aliñadas que me comí hasta la piel de buenas que estaban. Marta en cambio pidió lo que nosotros llamaríamos una cazuelilla de gambas y bacalao.
Ahhh y CocaCola, porque ya no pódía con mi alma y la tarde prometía marcha.



Despues de comer seguimos bajando hasta encontrar la Catedral de Santa Maria de Sé. Esta es la más antigua de la ciudad, de un Romanico tardio y aunque el  terremoto la dañó, sobrevivió  al mismo de forma ejemplar aunque ha necesitado restauracion. Por 2,50 € la visita se ve el tesoro más preciado: los restos de San Vicente, patron de la ciudad. No entramos a ver ¡este tesoro! Dice la leyenda que dos cuervos acompañaron a su ataúd todo el camino hasta la ciudad. El escudo de Lisboa tiene representados estos cuervos
A la salida de la catedral nos montamos en  el 28E, un reconocido tranvia,  amarrando bien los bolsos porque tiene fama de ser visitado por los carteristas. Éste nos dejó muy cerca de Rua Augusta con su majestuoso arco triunfal y arteria principal de la enorme Plaça do Comercio.
Santa Maria de Sé


Historicamente es la Puerta de Lisboa. Tiene salida al rio Tajo por una escalinata  en la que los monarcas desembarcaban a su llegada a la ciudad.
Si esta plaza hablara contaría los numerosos hechos historicos que se han sucedido allí....  En ella estuvo asentado el Palacio Real hasta el momento del terremoto y en  el centro de la misma se encuentra la estatua ecuestre de Francisco I, mocarca al que le pilló la catastrofe de 1755.  En ella, fueron asesinados el Rey Carlos (penultimo rey de Portugal) y su hijo cuando pasaron en carruaje  hacia su residencia. La plaza tambien fué testigo de la revolucion de los claveles y es la plaza donde los lisboetas reciben cada Nochevieja al nuevo año.





Lugar obligado para tomar un café  en cualquiera de las cafeterias que en su perimetro se han instalado pero nosotros preferimos irnos Belem y alli disfrutar de los famosísimos Pasteis do Belem.

                                                                                                                                       Continuará...

sábado, 1 de octubre de 2016

2. SINTRA

Esta primera tarde nos fuimos a Sintra, una villa de palacios de cuento...pero antes, junto a la estacion de tren, nos tomamos unas cervezas y un bacalao, pulpo y pollo frito. Al solecito en un rinconcillo de la Calçada do Carmo, en la cerveceria y restaurante O Adriano. Un pequeño lugar  con miles de historias impresas en las fotos que empapelan las paredes del mismo. Desde aquí vemos el castillo de San Jorge, al que iremos mañana.

En Sintra solo visitamos a fondo el Palacio da Pena, de los muchos que hay que visitar. Ya este recinto situado en el Parque Nacional da Pena, con sus inmesos jardines, da para echar un día entero aquí. El autobus nos dejó en la entrada del bosque que rodea el castillo pero para llegar a él hay que caminar unos 500 m cuesta arriba. Menos mal que el bosque cubre el camino y da frescura  porque hacía bastante calor
Es la expresion maxima del romanticismo portugues del siglo XIX.
Sintra - Palacio da Pena (20332995770).jpg
Palacio de Pena

 Fué Fernando II de Portugal quien compro éste espacio con su fortuna personal y ordenó construir el castillo  en 1836 sobre las ruinas de un monasterio destruido por el terremoto que en 1755 ocurrió en Lisboa y que dejó a la ciudad muy dañada.
El recinto es muy exuberante donde se mezclan diferentes estilos que van desde el neogótico hasta al neoislámico, pasando por el neorenacimiento y el propio portugues, el manuelino que convierten el espacio en un ambiente muy exótico. Además, en las vertientes de la montaña se construyó un magnífico  parque estilo ingles que, junto con el palacio, es un icono de la arquitectura portuguesa.
Sin palabras para describir la imaginacion que se derrochó aqui en la construccion y decoracion de las fachadas de éste lugar.
Despues de éstar varias horas en él  ya solo podemos ver de lejos el castillo de los moros de la epoca musulmana  y nos quedamos con las ganas de visitar como minimo el Palacio da Regaleria  por sus lujosos jardines, edificios enigmaticos y lugares que esconden significados relacionados con la alquimia, la masoneria, los templarios. El pozo iniciatico con sus nueve pisos hacia el interior de la tierra es un ejemplo de este lugar de misterios.
Tendremos que volver  a Potugal y ver todo ésto.
Para lo que si nos dió tiempo antes de cojer el tren de vuelta fué para pasear por las calles estrellas de Sintra llenas de macetas en las entradas de las pequeñas casas que componen este pueblito y de tomarnos una Ginjinha. Es un vasito de chocolate con el tipico licor de ginja. Es como tomar un bombom de licor


Ya de vuelta a la ciudad, vemos que está llena de paseantes y turistas. El clima acompaña porque apenas hace calor. En la Paza Figueras hay una feria  de productos tipicos por lo que decidímos tomar unas cervezas o sangria y unos platos de queso y embutidos del lugar, a modo de cena.  Los embutidos son chorizo, morcilla y tocino con veta, todo ahumado y a la brasa pero nos nos agradan mucho. Los distintos quesos que probamos son semitiernos, de cabra, oveja y mezcla de ambos. Despues de esto el cuerpo no nos da para mucho más asi que caminando unos 10 minutos encontramos nuesto apartamento.


Llegamos a en nuestro apartamento  muy cansados,  y mientras yo me duchaba y me ponía el pijama, Marta y Pepe pensaron que antes de descansar mejor era subir al 5 piso para comprobar la contraseña que en un portero automatico hay en la salida de este edificio por arriba, como nos dijo la señora que nos atendió para darnos las llaves.
Cuando bajaron muy emocionados diciendo que tenía que subir, que me quitara el pijama y que tenía que subir, no me imaginaba yo el espectaculo que arriba de este edificio hay
El hecho es que cuando se baja uno del ascensor en el quinto piso y sale al exterior introduciendo la clave que abre una puerta  la vision a 10 m es la de una puerta lateral de la majestuosa Iglesia do Carmo.
justo en ese arbol verde de essta maqueta de la Iglesia do Carmo está construido el edificio donde nos albergamos y al salir  por arriba se esta en el contrafuerte y puerta lateral


Muertaaaa me quedé cuando vì que semejante belleza está en nuestra azotea y la señora de la casa no nos lo dijo. Ademas, aún hay un piso más arriba, el ultimo del edificio que es un restaurante con unas vistas a la ciudad impresionantes y la pasarela que une el elevador con el restaurante. Es decir todo el que se monta en el elevador sale por aqui, por un lateral  del restaurante
Alrededor de la iglesia numerosos turistas hacían fotos. Estos  venian o del elevador de Santa Justa, o bien del Barrio Alto que se va  por la entrada principal de la iglesia. Oigo música chill out y Marta y Pepe me dicen que baje un tramo de escaleritas para llegar a la parte trasera de la iglesia. A los pies de los muros de la iglesia hay un pub de copas todo exterior  y otro restaurante. Ambos ocupan todo lo ancho que puede ser la acera de la iglesia y la vision que ofrece la terraza  es la de los tejados de los edificios, las plazas de la ciudad y a lo lejos iluminados el castillo de San Jorge, Catedral...

Impactada  y muy venida arriba les digo

- Pues ya que estamos aqui nos tomamos una copa porque ésto sin alcohol no se puede digerir.

Y eso hicimos, tomarnos unos Gintonic ellos, y yo, un Ginsera (nombre que da mi amiga Maritrini a la mezcla de ginebra y Casera, aunque aquí lo tomo con Sevenup)

Lisboa, ya me has ganado







                                                                                                                             Continuará...